La Selección U18 superó las expectativas

 

Venezuela se quedó con el sexto lugar en el FIBA Américas U18, algo que supera ampliamente las expectativas, para una generación de jugadores, que se pensaba, ni si quiera clasificara a este torneo, recordando que nuestro país no asistía a un premundial de la categoría desde 2008.

En el suramericano se logró la clasificación, primero ganando en fase de grupos al local Colombia cerradamente 64-60, en partido donde se perdía 58-60 a dos minutos del final, para luego tener un partido de ensueño ante Brasil en semifinales con victoria 79-61, con un cuarto parcial de 30-12, juego en el cual se estuvo efectivo desde la larga distancia anotando un 50% al concretar 14 de 28 intentos.

Escribimos en par de ocasiones sobre este equipo y el reto que tenía por delante la Federación Venezolana de Baloncesto, pero desde fuera pareciera que no le dieron la suficiente importancia, comenzando la preparación seis semanas antes del torneo, perdiendo los primeros cuatro meses y medio del año, en el cual los 10 jugadores que estaban en Venezuela no participaron en ningún encuentro.

Lloveremos sobre mojado, pero pudieron hacer módulos cada cierto tiempo para trabajar fundamentos individuales, planes de alimentación y preparación física, hacer juegos contra equipos profesionales y muchas cosas más, pero repetimos, no se le dio la importancia.

Quizás no se confiaba en las posibilidades y pensaron que sería dinero perdido invertir en un equipo que no podría con la competencia, pero nuevamente nuestros jugadores demostraron que están por encima de la dirigencia, llegando a estar realmente cerca de lograr el pase en el partido ante Argentina.

Luego del suramericano era urgente aumentar la rotación que era prácticamente de seis jugadores, pero no se logró, no convocando a varios de los mejores jugadores que hacen vida en el baloncesto norteamericano, ni incluyendo al equipo a dos de los mejores jugadores del Nacional, como Amber Cova y Bernardo Gutiérrez, que pudieron darle más altura al conjunto, además de que Lois Castillejo (quizás por estar dando casi dos años de ventaja) casi no fue utilizado.

En el mencionado partido contra Brasil se anotó para un 50% en triples, el conjunto cuenta con dos excelsos lanzadores como Diego Sulbarán y Anthony Reyes, pero ambos no tuvieron el torneo esperado, lanzando para un 29.6% y 23.5% respectivamente, aparte de que César Becerra, con gran confianza del entrenador, solo pudo anotar para un 19%, con 3.5 intentos por juego. Los dos mejores en este aspecto fueron, sorpresivamente, Jeimison Márquez con un 55.6% y Estoyan Vargas con un 31.6%, aunque este último tuvo muchos tiros solos que no pudo aprovechar.

La falta de estatura fue evidente, siendo superados por los internos de los otros conjuntos, pero esa diferencia se podría contrarrestar si nuestros “altos” tuvieran fundamentos: tiro, manejo del balón y capacidad de pase, como lo mostrado por Márquez que sacaba a su marca de la pintura y luego los superaba en el juego uno contra uno.

Sobre este último nombrado se tiene que decir que fue lo mejor de esta participación, incluido en el segundo quinteto del torneo con promedios de 22 puntos, 7.4 rebotes y 2.4 bloqueos, además de un 55.7% en tiros de cancha, incluyendo un 55.6% en triples, una de las mejores actuaciones individuales de un compatriota en torneos de esta envergadura, a la par de actuaciones pasadas memorables como Gregory Echenique, Michael Carrera y Miguel Marriaga, entre otros.

Ahora solo toca ver qué pasará con estos jugadores, cuántos darán un paso adelante y tendrán una carrera fructífera tanto en el profesional como con la selección nacional, recordando que en los últimos años solo un 15% de los que han sido selección nacional en menores han llegado a debutar con la selección mayor.

Por Antonio Ruiz