¿Nacionalizar como opción?

 

Por: Josmar Pirateque 

Para nadie es un secreto que las reglas FIBA te permiten utilizar un jugador naturalizado por
torneo internacional, lo cual invita a la reflexión y a cómo mantener competitivo el contexto del básquet venezolano en el ocaso de nuestra gran generación actual. Mucho, pensando en el retiro de estas figuras que tantas alegrías nos dieron, pero también, contar que Venezuela aún le falta dar otro “salto” y no solo competir contra equipos europeos en mundiales o repechajes olímpicos, sino empezar a ganarles.

 

Ya son muchos países adecuándose a este común denominador al entender que hay tantos jugadores americanos en proporción al resto del mundo, y que por probabilidades alguno pueda estar interesado en jugar para otra selección a pesar de tener poco o ningún vínculo. Países en Latinoamérica, incluso desde los menos poderosos en este deporte en el continente, como Bolivia o Nicaragua presentando en sus nóminas un jugador bajo esa condición en competencias recientes.

 

Y no solo son las selecciones más urgidas de talento, si no también potencias de este deporte como España, que en el último Eurobasket dónde lograron la corona tuvieron en sus filas al armador norteamericano Lorenzo Brown, un jugador que ni siquiera había jugado en la ACB y mucho menos tenía algún vínculo con España. Esto, ya que se vieron en la necesidad de tener a un base que pudiera reemplazar a Ricky Rubio, lesionado de gravedad. Por cierto previo a esa competición, esta nacionalización exprés empujada por el ministerio del deporte español y la FEB generó revuelo en suelo ibérico porque la comunidad basquetera por decirlo de alguna manera estaba muy dividida con su naturalización. ¿Cómo es posible que un país campeón del mundo, subcampeón olímpico en varias oportunidades, no tenga talento para un base armador y deba nacionalizar un estadounidense? En papel, la pregunta es una locura.

 

Sin embargo el base armador demostró buen nivel en la competencia y con eso silenció a muchos escépticos. La misma selección de Estados Unidos, en el famoso Dream Team original del preolímpico de Portland, llevó a un tal Patrick Ewing, que hoy es salón de la fama de la NBA, como pívot nacido en Jamaica y nacionalizado así como lo leen para los que no lo sabían; esa práctica ha seguido en el tiempo donde han contado con otros como Hakeem Olajuwon (nacido en Nigeria), Dominique Wilkins (nacido en Francia) o el mismo Kyrie Irving (nacido en Australia). Y últimamente, se habla de que el centro estrella Joel Embiid pudiese jugar con la selección norteamericana tras haber recibido la nacionalidad a pesar de ser nacido y criado en Camerún. Esto, sin contar que otra selección que no necesita presentación como Francia, también sopesa incorporarlo como nacionalizado.

 

Entonces a lo que vamos y nos importa que es nuestra selección nacional de Venezuela: ¿Por qué no tapar alguna carencia del equipo con un jugador naturalizado? Si ya lo hemos hecho en anteriores ocasiones, ¿Dónde debería enfocarse la FVB y el gobierno nacional?

 

Sabemos que en este país el talento emergente existe pero quizá no está preparado para asumir roles importantes en el próximo FIBA World Cup y esto se debe en gran parte porque no se les dió quizá los minutos necesarios en competencias previas. Por ejemplo, en la Américup jugadores como Santiago Materan, Edgar Martínez y José Ascanio tuvieron un rol muy importante con el equipo nacional pero estos en las ventanas pre-mundialistas son básicamente los jugadores 11-12 del roster definitivo de Fernando Duró.

 

En fin, una larga lista de grandes potencias de baloncesto han usado un naturalizado a lo largo de la historia. Podemos ensamblar una breve lista, sin contarlos todos pero mencionando algunos nombres relevantes para hacer valer esta hipótesis:

 

•          JR Holden (Rusia - 2005, 2007)

•          Gregor Fucka (Italia - 1995, 1997, 1999, 2001)

•          Anthony Randolph (Eslovenia, 2017)

•          Bo McCalebb (Macedonia del Norte, 2011)

•          Nikola Mirotic (España, 2015)

•          Serge Ibaka (España, 2011)

•     Jaleen Smith (Croacia, 2022)

 

En América, varias selecciones han tenido sus jugadores, como lo fueron:

 

•          Larry Taylor (Brasil)

•          Charlie Villanueva (República Dominicana)

•          Juan Toscano (México)

•         Jaime Jaquez (México)

•          Daniel Amigo (México)

•          Jeff Granger(Uruguay)

 

Como decíamos previamente, la propia selección de Venezuela ya tiene antecedentes de usar estos tipos de jugadores:

 

•          Sam Shepherd: el mítico “Mago” fue el primer norteamericano naturalizado que jugó con la selección nacional. El base armador lo hizo en el Suramericano de 1989 en Guayaquil, Ecuador, dejando una media para ese torneo de (26.3 p/p). El gran Mago terminó representándonos en once torneos y fue de gran ayuda e inspiración para muchos jugadores, así como artífice principal en varios de dichos torneos. Como anécdota recordamos que Sam luego de naturalizarse jugaba en la liga como criollo, pero por reglas FIBA no pudo debutar sino hasta 5 años después.

 

•          Harold Keeling: el carismático jugador hizo su debut en el Suramericano del año 1999 en Bahía Blanca, Argentina. Harold continuó defendiendo por cuatro torneos más la camiseta nacional.

 

•          Askia Jones: este popular e insigne anotador apodado “Indiana” llego a colocarse el “jersey” tricolor en par de oportunidades. En los Juegos Bolivarianos del año 2005 en Pereira, Colombia, para luego hacerlo en el premundial de Santo Domingo, República Dominicana, el cual fue su último torneo.

 

Cabe destacar que estos tres grandes jugadores nos representaron ya con edades avanzadas.

 

•          Donta Smith: resultó una grata e inesperada sorpresa cuando nos enteramos que “El Vampiro” nos intentaba dar una mano en el premundial FIBA realizado Caracas, Venezuela. Donta lideró a Venezuela en todos los departamentos ofensivos de ese torneo, en el que lamentablemente no logramos trascender. Se veía como una excelente decisión la de tener al vampiro, quien tenía para la fecha 29 años de edad y estaba en su “prime” como jugador. Pero, lastimosamente fue el único torneo donde jugó, aunque se mantiene activo en la liga local haciendo un gran trabajo con “El expreso azul” siendo uno de los jugadores más importantes del plantel. Son muchos aún a pesar de su edad, quienes lo siguen pidiendo para volver a la selección.

 

Hubo un último norteamericano que logró la naturalización y fue “la Moto” Leon Rodgers, el
cual se hizo de la cedula venezolana pero nunca fue atractivo para el cuerpo técnico por su avanzada edad y por su bajo nivel ya en el ocaso de su carrera.

 

Pero, si hablamos de posibles incorporaciones de naturalizados para la selección nacional se podría decir que tenemos tres jugadores a considerar. Es nuestra opinión solamente, y no representa lo que pueda pensar o incluso manejar el ente rector de nuestro baloncesto, el cuerpo técnico o siquiera rumores infundados de fanáticos. Son jugadores los cuales tienen una vinculación con el país y puede existir el mecanismo legal para poder efectuarlo.

 

Dos de estos jugadores son Kerry Blacksheard Jr y RJ Nembhard Jr., con buena edad, con actualidad en sólidas ligas norteamericanas que nos podrían dar dos ciclos olímpicos/mundialistas a buen nivel, o es lo que se esperaría por sus edades.

 ¿Por qué? Porque sus padres jugaron por muchísimos años en la extinta LPB, y se cree que Nembhard posee la nacionalidad venezolana, a pesar que nosotros no lo hemos podido confirmar. Ahora que entrenará a un equipo SPB, sería el momento idóneo de explorar esa opción, con su hijo que juega en la G-League a buen nivel .

Otro factor atractivo es que estos jugadores pueden ir a un mundial y porque no unas olimpiadas.

R. Nembhard Jr.

Nacimiento :22/03/99

Estatura:1.96m.

Posición : Escolta 

Equipo: Fos Provense Basket pro A Francia

Video:

 

Si hablamos de necesidades en la selección, tal vez Blackshear Junior sea incluso más importante porque es un pívot de casi 2.10m que está jugando a gran nivel en la B-League japonesa, el hijo del recordado Kerry Blackshear, que vistió los colores del Zulia y Miranda en los años 2000.

Kerry Blacksheard Jr

Nacimiento :28/01/97

Estatura: 2.08m.

Posición : Pivot 

Equipo: Hiroshima Dragonflies  Bi league Japón

Video:

 

También, por qué no, un tercer nombre; uno que sonó en su momento para una posible naturalización, y es Tony Mitchell, de nuevo jugando en la liga venezolana para esta edición de la SPB. El pívot, al pasar de los 30 años, quizás nos ayudaría de mejor manera solo en el FIBA World Cup y en un hipotético repechaje olímpico del próximo año, si llegamos a estar. ¿Ahora, de ser así, a quien bajas “del avión” para incluir a un jugador como Blackshear, Nembhard, o Mitchell? Tarea antipática para el cuerpo técnico.

 

Tony Mitchell: 

Nacimiento :07/04/92

Estatura: 2.03m.

Posición : Pivot 

Equipo:Cocodrilos de Caracas

Video:

 

Otra anécdota que se nos viene a la mente es la referente a las palabras del entrenador de la selección Argentina, Pablo Prigioni, en donde reza una categórica afirmación: “Mientras yo esté en la Selección, no vamos a nacionalizar jugadores. Ni siquiera va a haber un integrante del staff de otro país”.

 Creo, a opinión personal también, que esto fue una de las causas de lo que fue la eliminación de ese país. Tal vez no contar con un buen centro, ofensivo y rebotero como si lo han tenido a nivel nacional en décadas pasadas, más que todo con Luis Scola o Rubén Wolkowyski. Si la competencia y el sistema FIBA te da opción de usar el comodín del naturalizado, ¿por qué no usarlo y cubrir unas de las falencias de tu equipo?

 En lo particular, vamos al FIBA World Cup y sabemos nuestras debilidades. La más importante es la falta de un hombre grande, porque desde la salida de Gregory Echenique no hemos tenido un centro natural, y la falta de jugadores con “puntos en la manos” que se creen su propio tiro como lo lograron hacer John Cox, o Greivis Vásquez, y hasta un Dwight Lewis, casualmente todos con escuela “gringa”.

Hay que acotar que una de las vías para naturalizar a un extranjero es vía decreto presidencial, así no cumpla con los requisitos que contempla nuestra Constitución, es decir que solo haría falta el interés del jugador en consonancia con el interés de la Federación, que tendría que hacer los trámites ante el Gobierno nacional para otorgar la ciudadanía.

 Suena a trampa la verdad, pero es un recurso que muchas potencias del basket están utilizando, naturalizar a jugadores que incluso ni han puesto un pie en dichos países.

 

Se abre el debate…