Por: Se Habla Basket
17/08/22
Durante las últimas décadas del baloncesto nacional han pasado personajes que han sido tan influyentes como desconocidos para el desarrollo y avance del deporte en Venezuela. El nombre de Jim Champagne es uno de ellos, un entrenador americano que por años visitó el país en búsqueda de talento y que además tuvo una corta experiencia en 1992 dirigiendo a Guaiqueríes de Margarita en la LPB. Champagne, ya retirado y a sus 78 años de edad, nos atendió al teléfono desde su casa familiar en Michigan para conversar de muchos temas, sus inicios y carrera profesional no solo en el baloncesto sino en otro deporte con el cual no pudo influir a los atletas venezolanos, y tocar el baúl de los recuerdos.
Champagne siempre estuvo ligado a la actividad deportiva. Fue jugador de Division Uno en la NCAA en los años sesenta, destacando como escolta lanzador en el equipo de Louisiana-Lafayette, en aquel entonces llamada la Universidad de Southwestern Louisiana. Champagne, oriundo de Lafayette además, fue uno de los raros casos multi-atletas porque además jugó para el equipo de tenis de dicha universidad, el deporte blanco siendo su otra pasión. De hecho, el tenis le movió las fibras primero y trabajó a nivel profesional y colegial como entrenador, siendo head coach en la Universidad de Old Dominion en la NCAA, así como trabajando de la mano con Nick Bollettieri, el mítico formador de decenas de campeones del circuito ATP, empresario y fundador de lo que hoy es IMG Academy en Florida.
Champagne a pesar de la distancia, siempre ha estado pendiente del acontecer del baloncesto nacional. “En mi punto de vista filosófico, los medios de comunicación en Venezuela están destinados a complacer a los fanáticos. Estos fanáticos aprecian un estilo de juego que a mi parecer no conduce al éxito. Vemos como se aprecia a aquel que dribla el balón mucho y se ve muy poco a un equipo que puede hacer tres, cuatro o más pases consecutivos para buscar al hombre abierto en la liga profesional. Si hay gente parada en la cancha, esto no es conductor a un estilo de baloncesto ganador. Otro problema del baloncesto venezolano es que el jugador venezolano desde que se forma no aprende a defender. Tienen buenos físicos, pero no saben cómo usarlos”, comentó el antiguo entrenador y scout con amplia experiencia a nivel escolar y universitaria.
Con pasos en NCAA D-1 con la naranja, por ejemplo, siendo asistente del equipo femenino en Nicholls State en los años noventa, Champagne rememora anécdotas de su paso por el baloncesto rentado profesional. Algunas de esas, lamentablemente, fueron negativas para el coach criado en Louisiana: “Recuerdo que cuando se estaba construyendo la arena en la Isla Margarita, para Guaiqueríes, había huecos estructurales que empezar a tapar para mejorar el baloncesto venezolano. Traté de traer profesionalismo en mi equipo, desde cómo se debían comportar, hasta como sentarse y ordenar el vestidor previo y post-partido. Había que educar mucho a los jugadores, pienso”.
Champagne además comenta en detalle de algunas cosas que le hicieron no volver a apostar por seguir dirigiendo en la Liga Profesional de Baloncesto después de su pasantía con la tribu insular. “Mi experiencia profesional en Venezuela no fue buena, me confiscaron mi cuenta bancaria por ser extranjero, y una vez me robaron en donde vivía. No tuve el apoyo del dueño de Guaiqueríes en aquel entonces lamentablemente. Ese dueño quería vivir de la renta de la época de triunfos de Guaiqueríes, y solo pensaba en títulos y no tenía interés de sembar el baloncesto en la Isla Margarita. Creo que los dueños de equipos en el baloncesto venezolano son cortoplacistas, buscaban en aquel momento solo el espectáculo, que un equipo ganara dinero o el campeonato, y no trabajar en la estructura de un verdadero equipo, un club, invertir en categorías menores, merchandising, en que fuese sustentable, y demás. Mi equipo en aquel entonces era un equipo joven, y recibí en cambio a Tito Horford el dominicano, que su hijo juega hoy en la NBA, y Tito abiertamente me dijo a mi y la gerencia que no quería jugar en un equipo perdedor. ¿Qué siento que me penalizó, además? El no hablar español, y, que había muy pocos jugadores que hablaran inglés para comunicarnos. Recordemos que desde hacía muy poco en los años ochenta que algunos jugadores venezolanos estaban empezando a salir a formarse en Estados Unidos, y algunos, bajo mi hallazgo, conexiones y tutela”.
El centro merideño de 2.11m, Pablo Machado, fue uno de los tantos jugadores que Jim Champagne pudo ayudar y ubicar en los Estados Unidos. En la foto, jugando con la Universidad de Georgia Tech.
“Creo que Pablo Machado ha sido el caso de éxito más importante entre todos los chicos venezolanos que pude ayudar, por muchos factores. Lo digo con humildad, porque el se sacrificó y aceptó las dificultades de este camino, a pesar de su corta edad. Por la edad en que lo vi, con 13 años, porque apenas llegó a su high school en Georgia fue figura y ganó el campeonato estatal de forma consecutiva, y además por las becas universitarias y universidades en sí donde jugó. No solo eso, sino por encima de todo su calidad humana e inteligencia sobre todas las cosas es lo que destacaría más. Pablo es un ser humano increíble y que aún gozo de tener como amigo. Me alegra mucho que trabaja como comentarista en la liga profesional. Recuerdo a otros con cariño también, que tal vez no alcanzaron el éxito de Pablo, pero que fueron muy importantes como Vladimir Heredia o José Rodríguez, que también ganaron campeonatos estatales cuando jugaron high schoolen la época”, afirmó Champagne empezando a hacer un repaso sobre sus grandes aportes al talento venezolano.
Durante la video llamada que se extendió a casi dos horas, llena de anécdotas, Champagne no escondió su frustración con el potencial del baloncesto criollo y los tantos planes que han hecho a medias, o, que nunca sucedieron. “Siempre tuve ideas para promover el desarrollo del básquet nacional. La Federación creo intentó hacer como diez planes de altura, y ninguno sirvió o duró más de tres meses. A mi me resulta impactante que un país que ha alcanzado tanto con su basketball no tenga infraestructura, que el gobierno de ese país ha hecho grandes estadios de fútbol o béisbol y con el baloncesto, absolutamente nada. ¿El Fórum Valencia es lo último que se hizo, y es de capital privado? Había que entrenar en canchas prestadas a veces, y los chicos en categorías menores juegan en cemento, es inaceptable. Ha habido gente con iniciativa pero que se han diluido con el pasar del tiempo. De hecho, recuerdo tener discusiones con Greivis Vásquez para montarle una plataforma bajo su marca en Estados Unidos con el nombre “Team Vásquez”, en el circuito AAU de la marca que le patrocinaba que era Under Armour, y no sé por qué él no llevó a cabo esa iniciativa. Con el peso y logros de Vásquez, eso hubiese sido un éxito. Había todo un programa de becas con este proyecto y la verdad hubiese ayudado mucho. Había hasta la intención de traer a la NBA a invertir en Venezuela gracias a Greivis y nada de eso se hizo, no sé por qué”.
Repasando nombres e historias de sus viajes y campamentos en Venezuela, Champagne recordó uno de esos viajes a Maracaibo con mucha ilusión: “¿Cuál fue el jugador con más talento puro que he podido traer en años recientes? Luis Armando Hurtado. Lo único que Luis en ese entonces necesitaba cuando lo descubro, era aprender a tirar mejor la bola, a ser más anotador, porque Hurtado ya lo tenía todo. Entendía el juego como un veterano, jugaba todas las posiciones. Con catorce años era un base puro, y ya medía 1.94m de altura. Con 15 años llega a Estados Unidos, a Georgia, y wow, es que tenía ojos en la parte de atrás de su cabeza, hacía todos los pases como John Lucas. Y yo conozco a Lucas desde que tiene doce años de edad, así que no exagero. No sé qué pasó con el desarrollo de Luis, desde que Greivis Vásquez entró a asesorar y ayudarlo; no llegó ni a rozar el potencial que él tenía en aquel entonces. Su lucha contra el cáncer por supuesto lo retrasó un par de años. Tengo que decir que es un ejemplo de vida, pero, me pone triste saber que tenía mucho más para dar en la cancha. Recuerdo haberlo visto este año en la Universidad de Bryant y me decepcioné mucho, sabes, porque su rol en el equipo era muy pequeño y porque sus puntos básicamente venían por estar ahí”.
Champagne hizo especial énfasis a un caso que el baloncesto venezolano ha olvidado, por simplemente no conocerlo, pero que pudo ser trascendental: “Allá en la época, ¿cuál fue el jugador de mayores proyecciones que recuerde haber ayudado y que más me decepcionó? Julio Hoira sin lugar a dudas, el de Maracaibo. Medía casi siete pies, hacía de todo, pero venía de orígenes muy pobres y lamentablemente era muy pobre de mente. Tuve a Hoira aquí en Louisiana en dos escuelas distintas y además viviendo en una mansión con una familia de amigos, y desperdició absolutamente todas las oportunidades. Todas. Drogas, golpeó a un director de la escuela, no estudiaba, era realmente un desastre. Me enteré hace algunos años que fue asesinado por los cuerpos policiales venezolanos, y que andaba en muy malos pasos. Qué lástima. Ese chico pudo haber cambiado al baloncesto venezolano porque además hubiese jugado con la camada de Carl Herrera, Gabriel Estaba, y los demás. Era el jugador alto y atlético que le faltaba a ese equipo. Imagínense eso”, rememora el experimentado entrenador americano.
Hoira (izquierda), compartiendo con Shaquille O'Neal y otros prospectos de liceos en Louisiana, EE.UU.
Quiso ayudar a entrenadores también, y pudo tener relación con gente que marcó época en nuestros inicios hacia la élite, en la construcción de la Generación de Portland: “Yo le abrí las puertas de mi casa a Carlos Gil y a Jesús Cordovéz en Louisiana. Creo que aún entrenan, de hecho. Pedí tiempo de mis vacaciones para abrirles las puertas en Estados Unidos, comer con ellos, enseñarles y conectarlos con programas universitarios incluso para que se siguieran formando. Recuerdo que visitamos LSU, Clemson, por decirte dos que recuerdo en esa época. Consideraba a Carlos Gil un buen amigo, aunque ya no se de el”. En 2019, Jim Champagne fue elegido al Salón de la Fama del Baloncesto en el estado de Louisiana por su dilatada carrera estatal como jugador, entrenador y ojeador de talentos”.
“La verdad ni recuerdo a cuantos venezolanos he podido ayudar. Seguro que más de 15. Entre los nombres que recuerdo, están varios de Maracaibo como Girardi Cubillán, Luis Rubianes o el más reciente que ha sido Emanuel Luzardo. Pero más que todo ayudé mucho antes, cuando me encontraba saludable y viajaba a menudo a Venezuela en mis rondas de scouting. Hay personas increíbles como Kevin Schepmans que a pesar que no está en el país, está ayudando a montones de niños venezolanos. Recuerdo que con Wilmer Carvajal ayudamos a varios “chamos” juntos, de buen tamaño y potencial como Adrián Espinoza o Manuel Canaval. Ojalá tuviese salud para poder seguir en esto, porque es mi pasión ayudar y formar. He traído chicos desde Europa y desde Africa, así como los venezolanos para Estados Unidos a formarse, educarse de forma gratuita y a cumplir sus sueños. Mi conexión con Venezuela es especial”.
El legado de Jim Champagne lo llevan varios de sus hijos. Roy y Bobby son entrenadores, y este último tal vez el de más famosa carrera hasta ahora, ya que trabaja en el staff de la Universidad de Houston con Kelvin Sampson. Un lugar especial también conectado a Venezuela, como los Champagne, ya que fue el alma mater de Carl Herrera y Víctor David Díaz.
12 comentarios :
Excelente reportaje, gracias al Sr. Champagne por todo su aporte al basket venezolano.
Excelente forjador de jugadores venezolanos ...
Felicitaciones por ese reportaje. Desconocía de su aporte. Y el diagnóstico del baloncesto venezolano es exacto. Lo estoy viendo en este campeonato y es la raíz del baloncesto. Desde los entrenadores y a los fanáticos les gusta es que son caimaneras y “basket espectáculo “ , poca rotación y jugadas para buscar al mejor marcador.
Yo jugué una vez con Julio que vino de paseo a Punto Fijo. De verdad tremendo atleta. Y lamentable su muerte, me enteré también que tuvo problemas con la justicia americana
Exelente
NO SE PUEDE TAPAR CON UN DEDO EL ENORME APORTE DEL BALONCESTO NORTEAMERICANO A NUESTROS MEJORES JUGADORES HISTORICOS. TANTO A NIVEL DE MUCHISIMAS PERSONAS FILANTROPICAS, HONESTAS, CAPACES Y DECENTES COMO JIM CHAMPAGNE, COMO DE LAS PROPIAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS EN TODOS SUS NIVELES, QUE LOS HAN RECIBIDO Y FORMADO ACADEMICA Y TECNICAMENTE.
ES DOLOROSO QUE EN MALA HORA UNOS OPINADORES TARIFADOS, TRUHANES "VENEZOLANOS", SE CONFABULEN Y HAGAN COMPARSA CON LA MAFIA PUTREFACTA DE PSEUDO-DIRIGENTES POLITIQUEROS Y ARGENTINOS DEVENIDOS EN MANIPULADORES, QUE DISPARAN POR MANPUESTO CONTRA LOS DIGNOS ENTRENADORES Y JUGADORES VENEZOLANOS, PARA MALPONERLOS, MINIMIZARLOS Y DESTRUIRLOS. ESTOS MAFIOSOS SON UNA PLAGA ENQUISTADA EN EL BALONCESTO VENEZOLANO. QUE SE VAYAN A FREGARLE LA PACIENCIA Y LA VIDA A OTROS.
Bueno lo dijo uno q sabe de basket en Venezuela lo q hay es directivos q buscan solo dinero y hacen cualquier cosa x el!! No les importa formar ni mucho menos el futuro de un jugador !! Tanto así q tienen equipos con jugadores q no son profesionales y eso se ve a la vista ya q simplemente no dominan ni siquiera los fundamentos básicos ni tienen un perfil definido. Aquí se acabó el puesto 3 (alero) de perfil fiba q teníamos en los 90. Cito algunos Iván Olivares, Gabriel estaba, Víctor Díaz, Víctor González, Henry Rangel, Gabriel botalico, Udelar Bolívar, Rafael Ramírez, Arnaldo amundaray, etc etc lista larga. Fijense q hoy en día Aquí los pilotos y escoltas pasaron a jugar 3 y 4, incluso cualquiera q tenga físico y ganas de jugar de pivots lo puede hacer así tengan 1.90 mts o menos y sean jóvenes o veteranos, vean los casos de broncos con Dany Arias, taurinos con Henry payen, cocodrilos con Gregory curvelo, centauros de portuguesa con Luis Germán y, llaneros con José Martínez, spartans con José Rodríguez, y los casos del año pasado con heisler Acosta en diablos de Miranda un jugador de 1,88mts jugando de 4 y 5, y así todos los equipos tienen este fenómeno q para Venezuela ser mundialista nunca a debido suceder pero los técnicos venezolanos aman a estos jugadores y los directivos aman a estos técnicos q solo buscan ganar a toda costa. El cáncer del baloncesto venezolano es los técnicos y sus directivos.
Triste lo de greivis no revoluciona al talento venezolano ni ayuda como dice el entrevistado
Que interesante estas historias sobre los héroes anónimos que han ayudado al crecimiento de nuestro baloncesto, como Wilmer Carvajal, Kevin Schepmans o Jime Champagne, a quien debo reconocer que no conocía hasta ahora.
En cuanto a Julio Hoira, estaría bueno que algún periodista deportivo en Venezuela intentara buscar materiales en las videotecas para ver si se puede rescatar esa historia. Me da la impresión que Hoira es uno de los grandes "What if" del baloncesto venezolano, o sea aquellos que pudieron ser pero no fueron.
En Espn he visto reportajes así, recuerdo uno sobre un joven prospecto llamado Benji Wilson, cuyo talento era comparado con el de Michael Jordan pero lamentablemente murió asesinado en un hecho absurdo cerca del Liceo donde estudiaba en una zona mayoritariamente marginal y afroamericana. La otra gran historia de un "what if" fue Len Bias, quien había quedado segundo del Draft de la NBA en 1986 y fue escogido por los Celtics, pero lamentablemente se fue a celebrar esa noche y terminó muriendo de una sobredosis de cocaína. Bias era otro que fue comparado con Michael Jordan e incluso era unos 10 cms más alto que MJ, aunque yo dudo que hubiese superado al legendario 23 porque se nota que tenía un estilo de vida alocado e indisciplinado.
Pero estaría bueno que alguien intentara hacer una reportaje sobre Julio Hoira a ver si se puede rescatar algún material y podamos ver su talento.
Excelente entrevista y el Entrenador Champagne, hay muchas cosas que mejorar en Venezuela. De verdad hace falta mejorar la estructura y el desarrollo juvenil del Baloncesto Venezolano.
No pude conocerlo era mi tío mi padre me cuenta de el quisiera haberlo conocido lamentable muerte
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