Prensa LPB. 21 octubre 2020.- El director técnico Guillermo Narvarte visitó a la @lpb_aldia desde Mar del Plata, Argentina.
El entrenador argentino repasó junto con Germán Jaspe, su hoja de vida en la LPB, circuito al cual desea regresar.
“Primero un crecimiento profesional, además de poder haber participado de una competencia sumamente importante en el continente. Donde coseché muchísimos amigos”, expresó Narvarte sobre su paso por la LPB, “realmente al día de hoy es una experiencia magnífica para mí. Me siento un afortunado de ser parte del baloncesto venezolano”, prosiguió desde Mar del Plata, Argentina.
Como se puede esperar de un joven argentino, Narvarte creció con la influencia del fútbol: “Por eso fui entrenador, por como jugaba”, dijo entre risas. “Desde muy pequeño, desde los cinco años ya picaba la pelota, pero se compartía la actividad con el fútbol. Hasta los 12-13 años, tenía las dos actividades, federado, y al final me fui por el lado del básquet”, rememoró sobre sus años de crecimiento en el Club Atlético Kimberley.
“En el año 2005, cuando termina el proceso de Ruben Magnano, Sergio Hernández me convoca para ser parte del cuerpo técnico de la selección de Argentina. Y como parte de ese proceso se cumple el ser parte del equipo en (los Juegos Olímpicos) Beijing 2008. Precisamente el primer año que voy a Venezuela”, explicó el coach que inició su andadura en los banquillos con tan solo 22 años y llegó a ser campeón provincial en 1995.
Desde 2007, ya Guillermo Narvarte fue tentado por la LPB: “Toda la relación surge durante el preolímpico de Las Vegas, donde me contacta la gente de Trotamundos (de Carabobo), específicamente Germán Blanco (propietario del equipo). Y quedó abierta la posibilidad. Voy a dirigir a Chile un semestre y allá por el mes de diciembre, recibo el llamado de Germán Blanco con la posibilidad concreta de dirigir al equipo. No finalice la temporada por los compromisos con Argentina. Fue una temporada magnífica. Era un equipo corto de rotación, pero al que le gustaba mucho pasarse el balón”, contó sobre el ‘Expreso Azul’ versión 2008.
“Siempre fueron muy respetuosos conmigo. Como coach. Y entendían que uno podía tener errores. Tuvimos una gran relación profesional. Se puede ganar o perder, pero había un respeto muy grande de todos los jugadores y de toda la afición”, aseguró el estratega con 203 partidos dirigidos en la LPB.
Para Narvarte no hay fórmula mágica en el baloncesto: “Trabajar, trabajar, trabajar todos los días con la mayor humildad. Magnano dice ‘el secreto del día lunes’. Todo se logra con trabajo. Esto se trabaja día a día. Hay mucho esfuerzo, sacrificio no, porque para mí es un placer el básquet”.
Narvarte también dirigió a Toros de Aragua y Bucaneros de La Guaira en nuestro país: “La LPB es una competencia más vertiginosa de un mayor desgaste físico. La liga argentina es una liga más de ‘scouting’, más de estrategia. Las dos de muchísima pasión. Los equipos dan lo que fuese por ganar”, concluyó el coach con 113 partidos ganados y 93 caídas en la LPB.
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