Lo cierto es que, si hay algún jugador baloncesto mitificado, este es Manigault. Las historias que se cuentan sobre él han pasado de boca a oreja y le han convertido casi en un Dios del baloncesto al que casi nadie ha visto jugar.
Earl Manigault fue una estrella en el Benjamin Franklin High School de New York hasta que lo expulsaron por fumar Marihuana. Terminó sus estudios en el Laurinburg Institute de North Carolina (legendaria Academia Privada donde estudió entre muchas otras estrellas, Sam Jones), con 31 puntos y 13 rebotes de media por partido. Recibió más de 100 ofertas de becas de las Universidades más importantes: Duke, North Carolina… pero se decantó por la históricamente “negra” Universidad de Johnson C. Smith, donde conoció por primera vez la dureza de un entrenador exigente. Sus disputas con él le llevaron a abandonar la Universidad a los 6 meses y volver a Harlem.
Según afirmó Manigault en una entrevista al New York Times, su apodo “The Goat” viene por un profesor de instituto que no sabía pronunciar bien su apellido: Mani-Goat en vez de Mani-Gault. Con el tiempo y gracias al acrónimo G.O.A.T. (Greatest Of All Time) su apodo formó parte de su legado.
Al regresar a Harlem después de abandonar la Universidad, se convirtió rápidamente en una leyenda de los playgrounds. La pista en la que jugaba habitualmente en la calle 98 empezó a ser conocida como “Goat Park” y allí jugó contra leyendas como Lew Alcindor (Kareem), Julius Erving, Joe Hammond o Connie Hawkins entre muchos otros. En algunas ocasiones, más de 10.000 personas acudían a verle jugar. Holcombe Rucker cuidaba de él e intentaba que no se metiera en problemas. Los mejores jugadores se rendían ante él. Julius Erving declaró que era “tan bueno como decían” después de jugar contra él.
Manigault tenía una potencia de salto fuera de lo común y la mayoría de historias que se cuentan están relacionadas con ello. Se dice que solía machacar el balón con la mano izquierda, cogerlo con la derecha sin colgarse del aro y volver a machacar sin caer al suelo. Y que además lo hacía en los partidos. En una entrevista en la CNN el propio Manigault declaró que eso era una tontería, que nunca lo había logrado.
Otra de las grandes historias que se cuentan, es que podía coger unas monedas colocadas encima del tablero. En 2006, el escritor Todd Gallagher visitó la concentración de la selección de los Estados Unidos de baloncesto para averiguar si era posible tocar la parte superior del tablero. Si alguien podía, debería ser una estrella de la NBA. Lebron James le dijo que lo había intentado muchas veces, pero que no llegaba. Dwight Howard dijo que sí que lo tocaba pero que no podía coger nada de encima. Gallagher le pidió que lo hiciera con la ayuda de Chris Paul, que también quería verlo. Howard se los sacó educadamente de encima y no lo hizo, pero le dijo a Gallagher que se pusiera en contacto con los Orlando Magic (su equipo en esa época) y que se
lo demostraría un día. Los Magic nunca le permitieron quedar con Howard para verlo con la excusa de que un acto así podía suponer una lesión y le enviaron un par de videos donde supuestamente Howard tocaba la parte superior del tablero…. pero lo cierto es que se quedaba muy lejos de hacerlo. Entonces habló con Kiki VanDeWeghe, que jugó con David Thompson en los Denver Nuggets y le preguntó si se lo había visto hacer a Thompson. Éste negó haber visto alguna vez a alguien conseguirlo y en su opinión, nadie podía hacerlo. Finalmente contactó con James White, jugador con una gran potencia de salto (machacaba muy fácilmente desde la línea de tiros libres) que ha desarrollado casi toda su carrera profesional en Europa. White le comentó que cuando estaba en la Universidad, en unas pruebas de salto, llegó tan alto como la parte superior del tablero pero que no lo hizo junto a una canasta: accedió a hacerle una demostración a Gallagher. White se quedó a solo 5 cm, muy cerca de tocar la parte superior del tablero. Es posible que en algún momento lo hubiera podido hacer, pero no siempre. White mide 205 cm.
Earl Manigault medía entre 178 y 185 cm de altura. Para tocar el tablero, debería haber tenido una potencia de salto de más de 150 cm. Los jugadores con mayor potencia de salto registrada son Wilt Chamberlain y Darrel Griffith con 122 cm de salto… Es posible que Chamberlain pudiera tocar la parte superior del tablero, pero es casi imposible que Manigault lo pudiera hacer.
Con el paso de los años, Manigauld llegó a ser una leyenda de los playgrounds y del Rucker Park, estuvo dos temporadas en la cárcel, hasta alcanzar la redención trabajando para ayudar a los más jóvenes en las pistas.
- Su paso por la cárcel: Manigault tenía serios problemas económicos que le impedían tener una buena alimentación y estos degeneraron en una fuerte adicción a la heroína. En 1969 fue condenado a 16 meses de cárcel por posesión de drogas. Al salir de la cárcel, hizo una prueba para fichar por los Utah Stars de la extinta ABA, pero no le llegaron a fichar y en 1977, le volvieron a encarcelar dos años por robo.
- Redención: al salir de la cárcel, después de un breve periodo en Charleston con sus hijos, volvió a New York donde creó un torneo de baloncesto infantil en Harlem conocido como “huye de las drogas” para que los niños no tuvieran sus mismos problemas.
No hay duda de que Earl Manigault fue uno de los mejores jugadores de baloncesto callejero, pero está claro que no llegó a los niveles del Dr. J o John Hammond, por ejemplo.
Y no sabemos porque Kareem declaró que Manigault era el mejor jugador contra el que se había enfrentado, pero visto en perspectiva, parece una opción fácil para Kareem, pues al decir un nombre que no era un rival o compañero NBA se ahorraba las odiosas comparaciones que habrían ocurrido si hubiera dicho el nombre de cualquier estrella de la NBA. Además, los dos habían jugado juntos en New York de jóvenes y eran amigos, por lo que era una demostración de respeto de Kareem hacia Earl. Lo que sí sabemos, es que Kareem en una fantástica entrevista con Tyler Cowen a principios de 2016, declaró que Manigault era un jugador sobrevalorado: “no lo digo por envidia. Earl no podia tirar desde más de 3 metros de la canasta. Podía saltar más que nadie, pero no sabía tirar y no le interesaba pasar la pelota. No habría llegado muy lejos en ningún equipo sin pasar el balón. No creo que Earl hubiera llegado muy lejos porque debía tener él el balón. Era un jugador de uno contra uno. No entendía el juego de equipo. Por eso soy crítico con Earl, pero era un buen tipo. Jodió su vida con las drogas, pero intentó arreglarlo más tarde en proyectos comunitarios intentando alejar a los chavales de las drogas”.
Manigault falleció a los 53 años de un ataque al corazón en New York en 1998.
Earl “The Goat” Manigault fue un excelente jugador callejero. Seguramente no tan bueno como nos han hecho creer, pero sí uno de los mejores.
Y como él declaró al New York Times: “por cada Michael Jordan, hay un Earl Manigault. No todos podemos coseguirlo. Alguien tiene que caer. Ese fui yo”.
Abajo link para ver la pelicula en audio latino
https://www.youtube.com/watch?v=hhPNx3KYkng
https://www.youtube.com/watch?v=lyDD2rC7OLE
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