LPB: Un Circo Dirigido por payasos

Lunes 12 de Octubre de 2015                                                             

Estaba a punto de escribir algo relacionado con los posibles refuerzos de la selección nacional con miras a los Juegos Olímpicos de Rio, cuando la nefasta noticia de la decisión de la “payacesca” directiva de la LPB de continuar con 3 importados en cancha a pesar del logro sin precedentes del seleccionado mayor de baloncesto salió a la luz pública.

Si hay una liga profesional en nuestro país que ha venido causando un atraso a la disciplina deportiva, de una manera aberrantemente sistemática es la LPB, que no es más que un club de 10 decrépitos “directivos”, un monopolio anacrónico que solo sirve para vender una ilusión de “espectáculo” que hasta los propios jugadores de la selección vinotinto han catalogado de “circo”.

Por supuesto que existen tarifados de todo tipo que salen a la defensa que una supuesta liga profesional con el anticuado y obsoleto argumento que nada tiene una liga profesional que ver con el desarrollo de sus jugadores. Pues esta tesis es repetida hasta el cansancio bien porque se está devengando algún beneficio de la LPB o porque se quiere atacar a otro ente con este argumento (FVB, entidades deportivas locales, gobierno, etc.).

Que quede claro que no estamos hablando de estructuras globales de formación deportiva, tampoco estamos dejando a los entes antes mencionados libres de responsabilidad ni mucho menos (ese es un tema largo y complejo), simplemente analicemos el mensaje dado por la liga más importante de baloncesto del país.

El argumento de que una liga profesional no tiene que ver con el desarrollo de jugadores es tan ridículo como absurdo. Tomemos como ejemplo la NBA, obviamente la liga más poderosa del mundo donde llegan jugadores consagrados de todas partes, donde los salarios son astronómicos y se juega el mejor baloncesto del mundo según los entendidos. Pues nada tendría la NBA que ver con el desarrollo de jugadores ¿Cierto? Pues nada más alejado de la realidad, los equipos NBA cuentan con programas completos dedicados a desarrollar sus jugadores, incluso cuentan con especialistas para infinidad de fundamentos (lanzamiento, dribling, juego de poste bajo, etc.) a disposición de jugadores que son considerados elite.

Pero esto no queda ahí, desde el 2001 la NBA cuenta con toda una Liga de Desarrollo llamada NBA D-League (Liga de Desarrollo de la NBA). En esta liga prospectos de diferentes grados de desarrollo son supervisados de cerca por equipos, entrenadores, directivos y toda una estructura con miras a desarrollar talento que pueda nutrir a la NBA en cualquier momento, es decir, es el sistema de ligas menores de la NBA.

Para llevarlo a lo local veamos que hace la LVBP, que a pesar de contar con jugadores que desde su firma al profesional cuentan con respaldo de la MLB, que también los desarrolla durante toda la temporada no conforme con esto tienen una Liga Paralela para darle juego a sus prospectos durante el torneo local, sin duda, es la liga que mas jóvenes pone sobre el terreno de juego a más temprana edad. Bien podría la LVBP no hacer nada de esto y esperar a que sus jugadores llegaran listos de las Ligas Menores de la MLB.

También está el futbol, que ha ganado muchos adeptos en los últimos años y cuya liga está regida por la FVF. Dicha liga cuenta con segunda y hasta tercera división, precisamente para desarrollar sus talentos a lo interno. Dicha liga tampoco espera que los jugadores lleguen ya hechos como jugadores completos de las selecciones menores y hasta se contó con una regulación que demandaba la inclusión de juveniles en los equipos de primera división (que dio frutos para las selecciones nacionales juveniles en torneos continentales).

Analicemos el otro argumento; el de atacar a la FVB con el tema de la formación y desarrollo de jugadores. Si bien el papel de la FVB en la formación de jugadores, entrenadores, árbitros, torneos, etc. es bastante mediocre. no podemos pensar en excusar al “Circo LPB” con las miserias de la FVB, como dije antes, ese es otro tema más complejo.

Analicemos un poco más esto, vemos a la poderosísima USA Basketball. Es muy difícil pensar que un equipo salido de esta federación (bien sea a nivel de High School o Universitario) pueda competir a nivel internacional sin el desarrollo a nivel profesional. Esto se debe a diferentes factores, pero desde hace más de una década es impensado que jugadores no profesionales (ya ni siquiera los All Star universitarios) puedan competir a nivel internacional, con todo y la estructura de formación y desarrollo que tienen en diversos niveles. Desde ya hace algunos años se ven obligados a enviar los mejores jugadores NBA para asegurar su supremacía.

Es más, nuestra vinotinto ha derrotado a combinados de USA Basketball de profesionales que hacían vida en la extinta CBA y en el baloncesto europeo.

Hablando del baloncesto europeo, donde las potencias reinantes tienen como la fundamentación de su desarrollo ligas profesionales que cuentan con varias divisiones y donde los jóvenes son firmados desde los 14 años para militar en el baloncesto rentado y donde van desarrollando sus cualidades hasta convertirse en los jugadores que luego serán figuras tanto en los equipos principales de toda Europa, como torneos como la Euroliga y hasta llegar a la NBA.

Con esto pareciera que se le pide a la LPB que haga todo un esfuerzo prácticamente fantasioso de crear toda una estructura de la nada para imitar estos ejemplos. Pues no, lo único que se esperaba era que respondieran a la hazaña realizada por nuestra selección de mayores y escucharan el clamor de las figuras de dicha selección e hicieran algo tan “drástico” como reducir el número de importados de 3 a 2. Nada del otro mundo, simplemente confiar en el talento criollo y disponer dentro de una ya limitada liga de solo 10 equipos de minutos adicionales para que nuestros talentos logren mostrarse en cancha, ganar roce y desarrollarse jugando (que es como lo hace realmente un deportista).

Demás está recalcar que desde el nacimiento de la LPB, el deporte ha experimentado tanto el estancamiento como el retroceso y esto no es coincidencia. La relación es directamente proporcional, jugadores como Gabriel Estaba, Iván Olivares, Carl Herrera, César Portillo y muchos otros se beneficiaron de la denominación de Liga Especial para jugar en el baloncesto NCAA y luego jugar aquí en Venezuela, pero lo cierto es que había minutos para ellos.

Recientemente se vienen dando reiterados casos de jugadores que destacan en torneos internacionales a nivel de selección y se encuentran quemándose en las bancas de los equipos LPB, jugadores como Richard Lugo (que fue titular en la selección antes de serlo en Panteras de Miranda), Windi Graterol o recientemente Javinger Vargas y Miguel Ruiz, jugadores que extrañamente son lo suficientemente buenos para destacarse en un nivel de baloncesto totalmente superior y hasta llegar a jugar en ligas extranjeras pero no son lo suficientemente buenos para salir de la banca de un equipo LPB.

Precisamente este talento se ve beneficiado de la llegada de seleccionadores extranjeros que no tiene los prejuicios LPB y le dieron oportunidades a los jugadores por lo demostrado en los procesos de preparación, mas no por su Estatus LPB. Pues seguramente de haber seguido reciclando técnicos con mentalidad LPB estos no hubieran tenido oportunidad y los resultados nunca habrían llegado.

Si bien la FVB no cuenta con muchas virtudes que señalar dentro de su funcionamiento y realiza una mediocre labor llevando las riendas de la formación del deporte en nuestro país, si hay que señalar que desde hace unos años se viene realizando un interesante trabajo en la planificación de las preparaciones de las selecciones nacionales de mayores (básicamente la masculina) dando pasos importantes como la organización de torneos internacionales en nuestro patio, escuchando y atendiendo solicitudes como la de crear una Selección B, realizar preparaciones largas y exigentes con rivales de peso y jerarquía a nivel internacional, que ha rendido sus frutos en los últimos años.

Ahora bien, cuando le toca la LPB dar un paso al frente y responder a las necesidades del momento, escuchar a los jugadores de jerarquía de nuestro seleccionado y a los entendidos en la materia que abrumadoramente ven como necesario el disponer de más minutos para los talentos criollos para potenciar el “momentum” que le ha dado el Campeonato Continental a la disciplina entre los fanáticos del deporte en Venezuela, pues como de costumbre, salen los personajes de las caras blancas, las narices rojas, los pantalones anchos y los zapatos extra grande a poner la cómica en el “Circo LPB.

Por Rafael Carrillo
@Rafa_carrillo