Lunes 20 de Enero de 2014
Prensa Guaiqueríes.- El director técnico Gustavo Aranzana define lo que ha visto en Guaiqueríes de Margarita hasta el día de hoy en una sola palabra: “Ilusionante”.
Es de esos estrategas que no se quedan sólo con el trabajo sobre el tabloncillo. Tanto Aranzana como Iñaki Martín, pasan alrededor de 12 horas en el gimnasio Ciudad de La Asunción.
Llegan a eso de las 8:30 am. Preparan el entrenamiento matutino y al finalizar, vuelven a la mesa de trabajo. Se toman unos minutos para almorzar, en la misma mesa y regresan al ruedo. Allí están hasta las 5:45 pm. Recogen, se paran, se despiden y se van a la cancha. Hora de salida del gimnasio: 8:15 pm., aproximadamente.
Ese trabajo y preparación, se ha visto reflejada en sus jugadores. Desde un principio el técnico español ha dicho que viene a Guaiqueríes a imponer su “rigor táctico” y disciplina. Así lo ha hecho y la plantilla ha recibido las nuevas directrices con mucho profesionalismo.
“Tengo que valorar positivamente la actitud de los jugadores. Estamos haciendo hincapié en la evolución ofensiva y defensiva. Estamos presentando conceptos nuevos. Y esos conceptos queremos aplicarlos con mucho rigor y disciplina. Los hábitos de trabajo son totalmente diferentes. También metimos algún movimiento ofensivo que vamos a trabajar con ellos”, fue parte de su balance, transcurridas dos semanas de preparación.
Sumado a eso está haciendo hincapié en las pérdidas de balón, está incidiendo en la necesidad de bloquear mejor el rebote, mejorar los espacios, el juego sin balón, ser mucho más sólidos en el trabajo defensivo e intentar buscar referencias en el juego, tener más el control.
“Los chavales están trabajando fenomenalmente bien, les estamos exigiendo bastante. Ha sido una preparación dura, con mucho volumen de trabajo pero estoy satisfecho hasta ahora”, aseguró Aranzana.
Para muchos es común decir que, en Venezuela, el equipo que defiende mejor es el que gana los partidos. Esto también lo tiene presente el entrenador y en eso basa gran parte de su trabajo.
“Mi filosofía es que no podemos permitir partidos abiertos, de ida y vuelta, ni juegos a más de 70, 75 puntos porque estamos muertos. Quiero un equipo solidario en defensa y en ataque. Que se entregue y que trabaje desde el primero hasta el último segundo en los 30 metros de la cancha. No quiero un equipo que sólo trabaje en ataque y que al momento de defender, esté observando”, manifestó el vallisoletano.
Y frecuentemente se le escucha decir “sin falta, no quiero faltas”, refiriéndose al trabajo que se debe hacer sin balón. Quiere que sus muchachos defiendan duro pero que sepan hacerlo sin necesidad de que suene el silbato.
“Por lo que he visto aquí en esta Liga, se defiende mucho con faltas, con muchas manos. De esa manera el jugador ve menos minutos, valora menos y luego cada equipo te hace 30 tiros libres. Y por eso llegas a 100 puntos. Si defendemos con la cabeza, en vez de con las manos, vamos a ganar bastante”.
Richard Lugo, se sumó a los entrenamientos este lunes, comenzando la sesión matutina con trabajo de pesas en gimnasio. Ya en la tarde, el centro de 40 años estaba uniformado y poniéndose a las órdenes del entrenador.
“Lugo es un jugador muy veterano, en el buen sentido de la palabra. Está entrenando excelentemente bien. Estoy muy contento con su trabajo y con su actitud. Quiere ayudar al equipo y desde el primer día le he visto una predisposición a hacer las cosas y a colaborar. El está contento, motivado, viendo cosas diferentes”, aseguró Aranzana.
Incluso el coach confesó que Lugo se ha dado cuenta de que el equipo entrena de manera profesional, que hay unión, trabajo y que el jugador ya se metió en esa misma onda.
“Ya conocía anteriormente a Richard. Además he visto muchos videos, estuvo en España. Es muy listo, experto. Estoy encantado de recibirlo, siempre y cuando esté comprometido con la camiseta, con el club, con esta ciudad, con este baloncesto. Todos aquí estamos para sumar y poner de nuestra parte para que el equipo llegue lo más lejos posible”, agregó el entrenador.
Sobre la preparación física, Gustavo Aranzana especificó que el equipo lleva 18 sesiones de cancha, más las físicas, que son cinco de pesas y una de playa.
“Es mucha tela. Hay que ser exigentes y el volumen de trabajo es muy alto. Hay mucha carga de trabajo y ya luego iremos descargando, para que ya cuando empiece la zafra, estemos lo más preparados posible. A mí me gusta planificar. Nosotros no hacemos las cosas a la ligera. Sabemos cuando tenemos que apretar y cuando debemos dar descanso”.
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