El día de ayer se anunció oficialmente que Venezuela estará representada en la Liga de Las Américas con dos selecciones conformadas por jugadores de los distintos equipos de la LPB, no como se había anunciado originalmente por Bucaneros de La Guaira y Guaros de Lara.
Estos grupos, denominados “Estrellas Orientales” y “Estrellas Occidentales” se formarán por 18 jugadores nacionales, 9 para cada equipo más 3 extranjeros para llegar a los reglamentarios 12.
Aunque el llevar una selección de jugadores no coincide con el espíritu del torneo de enfrentar a los mejores clubes del continente, desde el punto de nuestra nación debemos analizar si es conveniente o no seguir este camino.
La Liga de Las Américas tiene grandes inconvenientes para su disputa, principalmente la distancia geográfica entre las naciones cubriendo desde México hasta Argentina, además de que el calendario local de las naciones participantes no coincide, con lo cual ubicar el torneo en cualquier fecha afectaría a una u otra liga.
En lo que respecta a la LPB, pocos equipos nos han representado, solo Cocodrilos, Bucaneros y Guaros han estado en este torneo, mientras que Marinos, campeón en tres de los últimos cuatro campañas, ha decidido no participar.
Adicionalmente el calendario del torneo continental no se establece con tiempo, teniendo que suspenderse encuentros de la liga local por coincidencias en el calendario para que viajen los equipos, con la consecuencia de movimientos en el calendario, que por lo menos la temporada pasada obligaron a Bucaneros a jugar 6 partidos pendientes después de la terminación de la fase regular.
Ante estos inconvenientes es entendible que los clubes no quieran participar, de hecho Argentina, la liga deportivamente de mejor nivel del continente, solo va a tener un representante, luego de que prácticamente todos los equipos decidieron no aceptar la invitación.
Pero la acción menos indicada para el baloncesto venezolano, sobretodo para la Federación, era la no participación en el torneo, más ahora que las relaciones entre FIBA Américas y FVF están en su mejor momento, y que la LPB también quiere que su relación con la Federación mejore.
Con esta decisión de la Federación en conjunto con la liga buscan cumplir con todos, no van a haber suspensión de los juegos, ningún equipo en particular va a ser afectado al todos aportar una sola de sus fichas y cumplir con FIBA en el desarrollo del torneo.
También no podemos menospreciar la oportunidad de que más jugadores venezolanos tengan este fogueo internacional, tan necesario para el crecimiento individual de cada uno de ellos.
Muchas veces estas competencias le abren los ojos a los jugadores al verse superados, dándose cuenta de que les queda mucho que mejorar para alcanzar el nivel internacional, con lo cual trabajan más individualmente para mejorar, además de la motivación de ser vistos por clubes de otras latitudes que puedan contratarlos para jugar como importados eventualmente.
Al ver el primer grupo de jugadores no encontramos con que en su mayoría son jóvenes, que podemos decir que conforman el segundo frente de la Selección Nacional como Néstor Colmenares, Dwight Lewis y José Bravo, así como otros aspirantes como Michael Flores y Yorvis Umbría.
Para estos jugadores será una oportunidad para mejora a pesar de ser solo tres juegos inicialmente, siendo favorecidos también los clubes a los cuales pertenecen por su eventual mejora en su juego a futuro.
Por Antonio Ruiz
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