Ideas para nuestro baloncesto: Una LPB competitiva

Viernes 24 de agosto de 2012                                                                   

La LPB tiene como norte convertirse en el espectáculo deportivo de Venezuela, esa es su principal excusa o razón para jugar con tres importados en cancha, buscando que los equipos se equiparen en fuerza.

Sin embargo en los últimos años esa teoría no se cumple ya que cada vez es mayor la diferencia entre los equipos de la liga, que producen un espectáculo de baja calidad por el amplio dominio de unos clubes encima de otros.

Además de que si revisamos la nómina de Marinos, campeón en las dos últimas ediciones, además de la nómina de Trotamundos, actual subcampeón nos encontramos que abren con un importado en la banca.

Esto se produce porque la base criolla es la clave para ser exitoso en esta liga, los equipos que han dominado los últimos años Marinos, Cocodrilos y Trotamundos presentan la mayoría de los jugadores integrantes de la Selección Nacional y eso se refleja en la tabla temporada tras temporada.

En la última campaña se vieron muchos juegos en buenas plazas como Caracas y Puerto La Cruz con poco público, esto cuando enfrentaban a equipos como Toros o Panteras que ubican los últimos puestos, y el fanático al saber que el resultado sería una amplia victoria de su equipo no toman el interés de ir.

La LPB tiene como referente la NBA, el principal espectáculo deportivo de este deporte, pero no copia modelos que podrían aplicarse para equiparar los conjuntos y así atraer más a la fanaticada.

Uno de ellos es un draft, que podría estar dividido entre jugadores formados afuera del país y los formados en el país. Vemos como Trotamundos ha incorporado en los últimos tres años a jugadores provenientes del baloncesto universitario norteamericano como David Cubillán, Dwight Lewis y Oliver Simoza, a parte de Jhornan Zamora formado en España, mientras que otros equipos se mantienen con su misma nómina sin chance de salir de los últimos lugares del torneo.

Aparte de que los mejores prospectos del país, miembros de las selecciones juveniles, se ven seducidos por la posibilidad de formar parte de equipos ganadores, sin pensar que sus chances serán mínimos para ver minutos.

Tal como se estila en la NBA se podría hacer un sorteo entre los 4 equipos eliminados de la temporada anterior y asignarles un porcentaje de posibilidad de tomar a los jugadores que se incorporen a la liga, ya sea a la LEB o directamente a la LPB.

Otra medida es la agencia libre, como sabemos son pocos los jugadores que ven minutos importantes sin importar su talento, los cuales cuando han tenido la suerte de salir de su equipo o reciben una oportunidad inesperada destacan inmediatamente, aunque ya con la pérdida de varias temporadas en el olvido.

Casos emblemáticos son el de Francisco Centeno, que casi no jugaba con Guaros y al pasar a Gaiteros se convirtió en uno de los jugadores criollos de más valía en la actualidad, o el caso de Michael Flores que era nómina de Marinos sin nunca recibir la oportunidad y ahora destaca con Panteras, pero repetimos, estos jugadores perdieron un tiempo valioso al no ser tomados en cuenta al inicio de sus carreras.

¿Cual sería la propuesta? Agencia libre a aquellos jugadores inscritos en los equipos de la LPB que no vean un mínimo de minutos, que tengan la posibilidad de negociar con otros equipos su salida o si es de su preferencia quedarse con su equipo original.

Es decir, tratar de flexibilizar la “ficha” figura con la cual se manejan a los jugadores, que simplemente significa o juegas con el dueño de tu ficha o no juegas, cobres o no cobres, cuando ya no los quieren ponen a los jugadores “en el mercado” y si no reciben ofertas se quedan sin su medio de sustento, siendo los casos más sonados los de Héctor Romero y Diego Guevara los dos últimos años.

Con esto se lograría que los jugadores jóvenes reciban minutos o en su defecto pasen a equipos donde puedan jugar, redundando en la mejora del nivel de los equipos de abajo con la respectiva competitividad que debe haber para tener realmente un espectáculo en cancha.

En esta inicio de la Liga Nacional se observa como jugadores que no tienen minutos en la LPB como Javinger Vargas de Trotamundos y Carlos Rodríguez de Guaiqueríes destacan con sus equipos siendo titulares, no juegan en la LPB porque no tienen el nivel, sino porque sus conjuntos tienen bastante material más experimentado que estos jóvenes.

Además si revisamos la conformación de la Selección Nacional en los últimos dos años nos encontramos con jugadores como Néstor Colmenares, José Vargas, Dwight Lewis, Windi Graterol, José Bravo y Miguel Marriaga, los cuales son bancas en sus equipos a pesar de que solo existen 10 equipos en la LPB.

Esta diferencia cada vez mayor le está haciendo daño a la liga, pero los mismos dueños no se dan cuenta, cada dirigente piensa en su equipo, en los títulos que logren, pero dejan de un lado a la competitividad que debe haber en cada deporte para considerarse un verdadero espectáculo.

Por Antonio Ruiz