Jueves 05 de julio de 2012
En torneo de Pórtland no solo tenía el interés de dar cupos para los JJ.OO de Barcelona en el Verano de 1992, más bien el mayor seguimiento de la prensa y el público, no solo de Estados Unidos ni de los otros 9 países que participaban en este Torneo, sino del mundo entero para ver el debut del equipo norteamericano con sus figuras NBA.
Era un torneo en que los otros países no solo buscamos la ansiada clasificación al torneo Olímpico, también era el deseo llegar a la final y conformarse con la medalla de plata, que ante la selección de Estados Unidos la derrota en la final tenía todos los sabores de una victoria.
En un torneo de gala, nuestra selección de baloncesto venía de un gran momento al participar por primera vez en un campeonato mundial en 1990 en Argentina y de ganar en Valencia el torneo Suramericano, contando con jugadores en plena madures deportiva y con un coach de jerarquía como Julio Toro, se esperaba que nuestra selección luchara por un cupo a los JJ.OO de ese año.
Pero el torneo no solo presentaba a una gran selección como el bien llamado “Dream Team” de Estados Unidos con Michael Jordan, Magic Johnson, Charles Barkley y Kart Malone entre otros, también presentaba combinados competitivos, otras selecciones como Puerto Rico, Brasil, Argentina o Canadá, que daban la impresión que sería un torneo de gran calidad tanto de conjunto como individual.
Pipoca y Oscar Schmidt por Brasil, Marcelo Nicola por Argentina, José “Piculín” Ortiz por Puerto Rico y Bill Wennington por Canadá eran algunas de las luminarias que adornaban el resto de la selecciones y por nuestro país estaba un joven Carl Herrera con la NBA de experiencia.
El 26 de Junio de 1992 se inicia el Torneo de las Américas y Venezuela quedaba en la llave B con las selecciones de México, Puerto Rico, Brasil y Uruguay, mientras que en el grupo A estaban Canadá, Argentina, Cuba, Panamá y los anfitriones de Estados Unidos.
La primera jornada nuestra Selección Nacional se impone fácilmente a una selección Uruguay con figuras veteranos y con jóvenes estrellas que aun no encontraban la química en la cancha, la diferencia final de 31 puntos mostraban las amplias diferencias que había obtenido nuestros país con el baloncesto charrúa que vivía épocas de cambio generacional.
El siguiente juego puede decirse que fue el más trascendental en la parte motivacional de la plantilla y cuerpo técnico de nuestra representación, algo dicho por los propios protagonistas del echo.
Perder contra Brasil por 47 puntos era un resultado que podía hundir psicológicamente a nuestros guerreros o los ponía en un punto de reflexión por el compromiso de clasificar a Barcelona previamente. Carl Herrera, Iván Olivares, Sam Shepperd y Gabriel Estaba, líderes de la selección entendieron que el secreto de la victoria era trabajar en conjunto, dejar los egos e individualismos aparte y mejorar en defensa y ataque.
Julio Toro, supo manejar a sus jugadores, motivarlos y que vieran que las fallas que se cometieron contra Brasil, podían corregirse para así mejorar para los siguientes desafíos en el torneo.
El tercer juego de nuestra selección fue contra la potente Puerto Rico, y con un resultado final de 91 a 80, nuestra selección mejoro en su calidad de juego en comparación del desastroso juego contra Brasil.
En la ultima jornada quedaba un importante juego contra México, de ganar el equipo norteamericano nuestro país quedaría eliminado en la primera fase, ya Brasil al ganar todos sus desafíos quedaba como primera de grupo y había pasado a semifinales directamente y con eso su clasificación a Barcelona igual que Estados Unidos por el grupo A.
Puerto Rico ya había asegurado el segundo puesto del grupo B y enfrentaría en previa de semifinal al tercero del grupo A.
Pero después de un difícil juego contra México, nuestra selección logró el tercer puesto del grupo al ganar en un apretado juego a los manitos por 88 a 85 y ahora quedaba enfrentar a Canadá, que finalizó segunda en un apretado grupo A con balance idéntico al nuestro de 2 victorias en 4 compromisos.
En la previa de semifinal que daba los ganadores el pase a semifinal y acompañarían a Brasil y Estados Unidos a Barcelona se enfrentaban Puerto Rico contra Argentina y a Canadá contra nuestro combinado nacional.
Los boricuas ganaron en un apretado juego a los del cono sur por marcador 92 a 85, mientras nuestra selección viniendo de atrás y mostrando ese carácter que no mostró en los primeros juegos ganó sorpresivamente a Canadá por apretado 76 a 72, logrando el objetivo trazado desde el principio, clasificar a unos juegos Olímpicos de la especialidad.
Nos tocaría vernos la cara nuevamente con Brasil, un equipo que solo 5 días antes nos había apabullado y que mostraba una potencia de juego casi perfecta, que dejaba distancia en el marcador parecida al del Dream Team estadounidense con sus NBA y los brasileños esperaban que su eficaz desempeño se viese premiado con ir a la final y perder decorosamente contra los Norteamericanos, era lo más que podía esperar cualquier equipo del mundo en 1992.
Pero en el deporte nada esta escrito, y cuando se tiene el talento, concentración y ganas ningún equipo puede renunciar a la victoria sin jugar, con todos los jugadores dando lo mejor de si y con Carl Herrera pletórico en su juego, Venezuela obtiene el triunfo en un emocionante juego 100 a 91 para llegar a la final que todo el mundo quería, ser el primer país en el mundo en disputar una final de un torneo FIBA contra jugadores profesionales de la NBA.
Estados Unidos venìa de ganar su semifinal contra Puerto Rico por “solo” 38 puntos de diferencia y se enfrentaba a una selección que no sonaba tanto para verlos en la final como podrían sonar otros quintetos como Brasil, Canadá o Puerto Rico.
El 5 de Julio de 1992 la ciudad de Pórtland se despedía de un torneo que para los fanáticos de Estados Unidos servía solamente para tener a su equipo soñado como ensayo para prepararse para los JJ.OO de Barcelona y capturar nuevamente la medalla de oro en el baloncesto, que para otros 9 países representaba ganar un cupo en el torneo olímpico y poder enfrentarse contra los mejorar jugadores del mundo en ese momento y algunos de los más grandes de toda la historia de este bello deporte.
“Me siento súper feliz de haber sido parte de ese equipo y esos 20 años han pasado súper rápido”, nos comenta desde Alemania, Alexander Nelcha, uno de los más destacados en esa selección que logro una medalla de plata que valía oro.
También anexa el jugador que ya tiene dos años residenciado en Alemania “Con ese núcleo de jugadores que estuvieron en Pórtland, participé en todas las competencias que un atleta sueña en participar: Suramericanos, Panamericanos, Mundial, Premundial, Preolimpicos y finalmente unas Olimpiadas”.
Al preguntársele a Nelcha sobre su impresión de la experiencia que dejó la relación entre los jugadores después de lograr esa gesta histórica el exjugador comenta “Para mi fue y es un orgullo haber jugado con todas esas estrellas del baloncesto venezolano, que de una u otra forma me inyectaron los valores, el peso y la importancia de vestir la camiseta de Venezuela”.
Estados Unidos dejó claro los primeros 20 minutos que seria la aplanadora que había sido durante todo el torneo, dominando la primera mitad con un 67 a 26 a nuestra selección con 41 puntos de diferencia.
Pero Venezuela despierta en la segunda mitad del juego y cae derrotada por solo 6 puntos en los últimos 20 minutos del juego al finalizar 60 a 54, siendo la menor ventaja en un lapso para el equipo de estrellas NBA en todo el preolímpico disputado en el Estado de Oregon.
“Los Héroes de Pórtland” pasan a la historia como la gesta más importante de nuestro baloncesto hasta el momento, pero los fanáticos del deporte de las canastas en nuestro país esperan que 20 años después nuestro basket vuelva a estar en una cita Olímpica.
Por Juan M. Escorcia
@escorcia33
2 comentarios :
Cuando hayan Lituanos vendidos nos será muy dificil ir a otras olimpiadas
muy buena nota,lastima q la prensa aqui no recordo este echo y nisiquiera muchos fanaticos
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