BasketWorld: Los viejos rockeros nunca mueren.

Martes 29 de mayo de 2012                                                                         

En Estados Unidos se utiliza mucha una expresión que reza” The old rock guys, never die” que sería traducida en nuestro idioma castellano como “Los viejos rockeros nunca mueren” y es utilizada esta expresión para hablar sobre personas con bastante experiencia en su área de trabajo que siguen rindiendo a buen nivel, a pesar de nuevas personas que pudiesen cumplir esa actividad también, la expresión es utilizada para cualquier actividad laboral en Estados Unidos y no es exclusiva para el ambiente musical.

Nuestro baloncesto tiene sus “viejos rockeros” en la presencia de gente como Oscar Torres, Richard Lugo y Diego Guevara, jugadores con bastante experiencia en nuestro baloncesto y que rinden de grandiosa manera, con lo cual los jugadores más jóvenes tendrán que esperar mucho tiempo para quitarle protagonismo en sus equipos.

Richard Lugo debutó en nuestro baloncesto profesional con 19 años y en la campaña siguiente ganó el premio de Novato del Año, siendo líder histórico en nuestro baloncesto profesional en bloqueos y rebotes, siendo todavía considerado aun como el mejor centro criollo en nuestra LPB.

Lugo realizó un rol viniendo del banco para aportar intensidad en defensa, intimidando y realizando rebotes y bloqueos para la causa Guaiquerí, cumpliendo de manera eficiente ese rol, un rol que vuelve a tomar Lugo después de años ser una de las bujías ofensivas y de ser titular y disputar mas de 30 minutos en los equipos en que actuó en la LPB.

Lugo, que cumplirá 39 años el próximo 5 de Julio es un “viejo rockero” que con Guaiqueríes dejó 11.4 puntos, 7.3 rebotes además de 1.5 tapones por juego, siendo números tope para cualquier otro puesto 5 venezolano en esos 3 departamentos estadísticos.

Potencia en la pintura mostró el quinteto insular la primera fase en los playoff con Lugo, Cobos y Jackson que les sirvió de mucho al coach Carlos Mercado para ser primeros en su grupo en contra del pronosticado favoritismo de Cocodrilos de Caracas.

Tan buena fue la temporada de Richard Lugo, que con sus 2.08 m de altura llegó a jugar tanto en Asia, Europa y en ligas de América, que la LPB lo premió como el “Mejor Defensa del Año” sin duda oficializando la buena actuación del espigado jugador en su primera campaña con la franela verde del equipo neoespartano, culminando su actuación con los 24 puntos y 7 bloqueos propinados a Trotamundos en el séptimo juego de la semifinal.

Diego Guevara vivió una “novela” a inicios de campaña cuando en Marinos se anunció que el jugador estaba disponible en el mercado y no le faltaron “novias” que deseaban contar en su plantilla al experimentado armador larense.

Después de semanas de espera el base criollo viaja a su hogar en Estados Unidos y es allá, donde es contactado por Guaiqueríes de Margarita para unirse a sus filas. Después de un inicio que mostraba a un Guevara sin el ritmo explosivo de antaño y detrás de un Darius Adams que era el máximo anotador de Margarita dejaban a un experimentado base en deuda con el público de Guaiqueríes.

Pero Guevara fue agarrando el ritmo de juego y gracias a su buen desempeño en el transcurso de la campaña y la salida de Adams de Guaiqueríes, el base de 35 años y 1. 85 m. obtuvo los minutos suficientes para tomar el ritmo y los hilos de la conducción del balón para la causa indígena.

Con pilotos criollos de la talla de Carlos Cedeño, Heissler Guillent, David Cubillan o Gregory Vargas, Guevara le dio lecciones a estos jóvenes jugadores de que la experiencia y la calidad de juego son las mejores armas que tiene el veterano piloto para llevar la conducción de Guaiqueríes.

Guevara, que en sus mejores campañas llegó a promediar cerca de los 15 puntos por juego, en los 13 compromisos que disputó con Margarita solo convirtió 5.9 puntos y 2.6 asistencias por partido, números que son muy bajos para el base que debutó con 18 años en la selección mayor.

Pero en la recta final de la temporada regular y en los playoff Guevara dio las habituales muestras de calidad tanto para distribuir el balón al compañero mejor ubicado en ofensiva, su buen lanzamientos de tres puntos y su buen defensa y control de los tiempos que está acostumbrado el fanático Venezolano.

Nuestro segundo NBA en la historia, el escolta Oscar Torres, después de irse a España en donde no jugó profesionalmente pero si realizó acondicionamiento físico, vino con su Marinos de siempre y demostró una buena forma física desde inicios de campaña.

Torres, de 35 años y 1.95 de altura lideró no solamente anímicamente un vestuario plagado de buenos jugadores criollos como los hermanos Vargas, Axiers Sucre, Miguel Marriaga, Leonardo Cappare o Ernesto Mijares, si no también lo hizo estadísticamente al ser el mejor anotador criollo de la divisa con 14 puntos por duelo.

Una de las causas de la buena campaña de Torres es que jugó unos 25 minutos de promedio sobre el tabloncillo, en un club en donde la etapa regular ningún jugador jugó más de 30 minutos por cotejo y esa dosificación a Torres le sirvió para mantenerse bien, aunque estuvo ausente en 12 juegos de la liga regular.

Con unos porcentajes de 60% en tiros de cancha y un 39% en lanzamientos de tres puntos Torres fue una buena opción ofensiva tanto desde fuera del perímetro como en la pintura para el coach Jorge Arrieta.

También la intensidad defensiva de Oscar Torres quedó demostrada a la hora de hacer marcaje a los escoltas y aleros de los equipos contrarios, siempre mostrando una buena defensa por parte del basketero caraqueño.

Con el favoritismo de Marinos, Torres un gran viejo rockero de nuestro basket, es una de las piezas fundamentales de este equipo, y el experimentado jugador espera estar plenamente recuperado de sus dolencias físicas que lo han mantenido a raya en los playoff para estar con la Selección Nacional en los compromisos adquiridos por nuestro basket en el entorno FIBA.

Torres, Guevara y Lugo son una generación de basketeros post-Héroes de Pórtland que durante muchos años fueron los mejores en nuestro país en su posición y que aun, después de tantas batallas en el tabloncillo siguen demostrando que la calidad y el tener suerte con las lesiones hacen de un viejo rockero que su talento no se de por muerto.

Por Juan M. Escorcia
@escorcia33